No hay nada que exprese más lo que siento que el silencio.

 

Nada que lo exprese tan poco.

 

Las palabras no encontraron el camino adecuado,

ni la forma.

 

Darle tiempo al tiempo, cuando el tiempo tiene tiempo!

Tiene al tiempo y quiere más.

Cuanto más tiene, más necesita.

Cuanto más necesita, más ciego es.

 

No tiene fuerza y cae y erróneamente cree que puede.

 

Ataca cruelmente en defensa de su alma.

Aparta su espíritu del sufrimiento y al no sentir, sufre.

 

No encuentra el cielo

No ama lo que hace

Y no se acopla con el silencio.

 

Cuando no hay nada que exprese más lo que siento que el silencio.

Nada que lo exprese tan poco.

Híbrido.

En un antiguo pueblo, alejado de lo conocido vivían dos ángeles que parecían transitar entre el cielo y el infierno.

 

Les costó demasiado caer como para ir más profundo.

En ese lugar apartado de la realidad al igual que en el mundo, la verdad es gris. Y ellos no eran ni malos ni buenos.

 

y sucedió que un día luego de contruir sus casas, ajenos al espejo de lo perfecto y también lejos de participar en el juego que precipita a la tentación y perdición del ser humano, buscaron una nueva forma de entretenimiento.

 

Tan parecidos a los humanos como a Dios intentaron recuperar sus quebradas alas azules y en eso han trabajado los últimos milenios.

 

Sus pensamientos no eran puros, pero apenas rozaban lo pecaminoso y entre lo secular y lo divino profanaron los libros sagrados para encontrar la cura a la desconocida enfermedad que los tornaba del color de los planetas.

 

Abandonados por Dios y por el diablo y sin la esperanza de algún día encontrarse con la muerte, no querían transitar la eternidad en el limbo.

 

Pero en un mundo imperfecto donde no se entiende un concepto diferente a ángeles blancos y demonios rojos, todo lo que salia de sus bocas era eco del silencio: vacío e inaudible.

 

Solo el espíritu de la inocencia podía no prejuzgarlos.

¿Pero dónde estaba eso dentro del mundo? y cual es el final feliz en la historia?!

Todavía no hay final escrito, somos todos éstas almas celestes habitando un espacio desconocido.

No buscando el camino fácil, porque ya nos dijeron que no hay atajos.

Nos movemos en grupos de dos o tres. Intentando reconstruir los huesos de nuestras alas quebradas para huir a un lugar sin nombre.

Sin bondad y sin maldad innatas, inmunológicamente incorrectos. Trascendiendo el espacio mediante un hijo, un árbol, una flor, algo escrito o una canción.

 

Insistencia incansable.

 

Somos tan azules como partículas de océano. Profundos al igual que éste, miramos nuestra multitud de imperfecciones y no la biodiversidad que nos compone.. somos ricos que viven mendigando y con la capacidad de ser ángeles rescatamos nuestros demonios.